martes, 14 de septiembre de 2010

ÚLTIMA DONACIÓN A LA KULTUR ETXE DE LEIOA (GUETXO)

Jon Bilbao, Como una historia de terror
Ángel Zapata: El vacío y el centro y La vida ausente
Enrique Vila Matas: Dublinesca
Álvaro Colomer: Los bosques de Upsala
Pepe Cervera: Conozco u atajo que te llevará al infierno
Víctor García Antón: Nosotros, todos nosotros
Matías Candeira: La soledad de los ventrílocuos
Relatos en cadena: varios autores ed. 2008
Gustavo Nielsen: La fe ciega
Javier Saez de Ibarra: Mirar al agua
Juan Carlos Márquez: Norteamérica profunda
Ángel Olgoso: Los demonios del lugar
Juan Bonilla: Tanta gente sola
Oscar Sipan: Avisos de derrota

Ayer, un poeta que me encanta y al que sentí más próximo que tiempo atrás, formuló una ecuación que pasará a la posteridad:
Si no escribo me muero: pero si escribo no vivo.
Preciosa alegoría a la literatura.

EL FESTÍN DE BABEL
Anoche había una mesa muy bien puesta. Los platos y copas relucientes, manjares especialmente traídos de alguna pesca de gran altura, también carne roja y sangrienta, buena carne de ternera joven. Todo era lujuria en ese festín de Babel, en medio presidiendo la mesa, yacían dos libros: Arden las pérdidas de Antonio Gamoneda y Poemas de amor de Anne Sexton. Todos comían opíparamente y bebían la sangre roja, reían y se reían de todo, todo era lujuria en aquella mesa, y vanidad, una vanidad infinita. Yo contemplaba esa locura caníbal, cogí los libros amorosamente, pero era yo única lectora, devoré esos libros y me ardía la boca, y lloraba lágrimas de mercurio que tienen nombre de Seroquel o de lormetazepan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario