miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA EDAD DE LA IGNORANCIA

O la edad de las tinieblas por la alusión que Arcand hace a la edad Media en la película que cierra la trilogía no intencionada de este magnífico director francófono canadiense. En esta úlima me ha parecido sublime la desdramatización y comicidad con que trata la vida cotidiana de los personajes que la integran. En la segunda película: el guión gira en torno a un drama como es el personaje que tiene cáncer y cuya muerte es inevitable, en ésta, bajo esa comicidad se esconde otro drama como es la estancia de la madre en el hospital y su irremediable muerte, tan alejada de lo que su hijo-el personaje principal-hubiera deseado. Me reí muchísimo porque la película era tremendamente disparatada, llevada al extremo de la incoherencia de las vidas de los personajes, crítico desde la primera secuencia hasta la última, de la sociedad actual, en realidad cumplía todos los cánones no intencionados, no al menos por el director, de los clásicos griegos: una solemne tragicomedia.
La siguiente que veré será: El jefe de todo esto.

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