Los locos no vamos a votar. Tan sólo somos imágenes pixeladas que alguien colocó aquí. Podríamos estar en cualquier otro mundo pero estamos en éste. No servir ni para votar es el colmo de la apatía. Mi papeleta lleva mi nombre, mi censo, pero yo no recuerdo el código de mi pulsera de nacimiento y eso es importante. Porque siempre he creído que era BP y cuando el gran sistema me llevó frente a la gran ramera del mundo, cuando me pusieron delante sodoma y gomorra, sentí un pavor difícil de olvidar. Me volví loca, sin voz ni voto. Me subí a una azotea a dejarme morir. Se perdió un voto útil a los fines del sistema. Ahora sólo soy una mujer triste que se medica y se trata en psiquiátricos, ese pués, es mi voto.
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