En el principio hubo los cielos y la tierra. Luego Adan. Después su compañera como complemento. Más tarde la serpiente y con ella la imperfección. ¿Quién dice que este cuerpo que aquí se muestra sea de verdad el mío? ¿Quién dice que no pertenezca al mundo de la suplantación? ¿ Quién asegura que un escritor de blog escriba lo que dice escribir y no su negro mientras él o ella toman el sol en la playa? Como dijo el gran poeta
San Vilas: El mundo entero es una completa
falsificación.
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